existe el sol
que se levanta todas las mañanas
y me prepara el desayuno
y existe una cosa brillante
que sale por el este
y nos acompaña
existe el sol
que se levanta todas las mañanas
y me prepara el desayuno
y existe una cosa brillante
que sale por el este
y nos acompaña
úsame como prefieras
al fin y al cabo
ya perdí la cuenta
de cuantos nombres
has tenido bajo nuestras sábanas
ella me extendía
en el vaivén de sus caderas
se presionaba en la oscuridad
para degustar el pálpito
la deleitaba mi rigidez
sin percibir siquiera
mi cadáver enfriando
su entrepierna
oculto entre la multitud
susurro mis sueños
para saber si aún existo
enciendo un cigarrillo
tomo algunos tragos
abro otro preservativo
y por más que intento
ahogar mis fantasías
las muy malditas siguen vivas
por cuánto tiempo
seré las sombras de mis deseos
me disipo en el humo
me diluyo en el alcohol
me escabullo en el coito
por más que se escuchen
mis latidos
respirar no significa
que estoy vivo
Agradecido y encantado con Sonia Molinero Martín por su agradable entrevista.
https://eltrendelamusa.com/entrevista-al-poeta-albert-ribeiro/
la piel me aprisiona
los huesos me pesan
el corazón retumba
en los rincones de mi nombre
cierro los ojos
para penetrar la jaula
para escuchar los susurros del alma
y es ahí
en ausencia de dios
en el claustro de mi conciencia
cuando comprendo
el lenguaje de la vida
cierro los ojos
la piel
los huesos
y el corazón desplazados
y es ahí
sin pasos en falso
entre el negro y el blanco
cuando encuentro paz
llegaste
con el amor en los labios
y los sueños en la piel
prometiste eternidad
y nos arrojamos al vacío
sin conocer la caída
pero es ahora
cuando el vértigo me invade
llega el momento
de comprender los errores
y la eternidad
se viste de amenaza
es ahora
cuando veo la verdad
llega el momento
de descubrir que
hay presencias más dolorosas
que sus propias ausencias
cuántas bocas debo besar
para probar tus labios
cuántos versos hacen falta
para que recibas mis palabras
cuántos sueños deben morir
para dormir en tus brazos
cuánta vida debo gastar
para que seamos felices
aguardo
mientras tanto
escribo poesía
la fiebre del querer toca mi centro
hoy desvarío y busco tu cuerpo
necesito el dulzor de tu boca
el calor de tu sexo
necesito la mirada desnuda
de tus pechos de invierno
perennes y firmes montañas
para escaparme del tiempo
desarma tu orgullo
y satisfaz mi deseo
de consumar en tu alma
mis ganas y anhelos
de ladear mi dolor
y desembocar en tus sueños
la obscenidad de mi carne
en el fulgor de tu cielo
entrégate porque yo lo quiero
despréndete de tus misterios
corrompe tus valores y fundamentos
y permite que profane tus pensamientos
sucumbe ante mi locura
revela los secretos de tu vientre
y descubre tus idilios no explorados