Llegó…
con el deseo de ser mía.
Até sus impulsos para degustar
cada centímetro de piel,
cada gota de deseo,
cada partícula de su escencia.
Para así penetrar sus fantasías,
y diluir hasta mi último suspiro
por cada rincón de su alma.
Minificción
DESEO
Deseo recorrer
cada centímetro de tu alma,
elevar tus manos
a la cabecera de mi cama
y atar tus instintos
con este impulso que quema.
Deseo tu piel, tus gemidos,
tu esencia, tu cuerpo vibrante
diluido entre mis labios.
Deseo entrar,
profanar tus sentidos
y cumplir en tu vientre
los deseos de mi piel.
Deseo ser tu deseo,
escuchar mi nombre
en cada uno de tus orgasmos
y transitar tus ganas
durante cada segundo de mi vida.
he amado
he amado tanto
que mi pecho reciente
los atisbo del amor
y la arritmia en mi corazón
lleva varios nombres propios
he amado tanto
que mi lengua
se desconectó de mi alma
y en mi entrepierna
solo gobierna el deseo
he amado tanto
que el amor no me seduce
me aterran las flores
y las mariposas sobre el ombligo
me revuelven el estómago
he amado tanto
que el amor ya no tiene sentido
como esas palabras
que caducan en el aire
de tanto pronunciarse
he amado tanto
que me encuentro desgastado
con pasos temblorosos
y un ligero sabor
a derrota en los labios
he amado tanto
y aun así
mis sueños persisten
en seguir intentándolo
la nada
le pertenezco
a la nada
solo en ella
escucho mi voz
solo allí
son libres mis palabras
Después de la tormenta
inicia
ese momento intimo
en el que se agotan
las lágrimas
y la vida retoma su curso
No eres tú
Bueno…
sí, eres tú.
Pero pretendamos
que soy yo.
génesis
1 en el principio existía yo
2 y mi corazón estaba desordenado y vacío
y las tinieblas estaban sobre la faz de mi abismo
y tu espíritu se movía orbitando mi soledad
3 y dijiste hola ¿puedo sentarme?
y hubo luz
LOS QUE NUNCA SE RINDEN
Levántate,
aún queda espacio
para otro golpe.
Levántate,
aún corre sangre por tus venas,
y esta batalla se lucha
hasta la última gota.
Lo sé;
el peso es grande
y la soledad te invade;
tus cavernas profundas
y la oscuridad socava;
el aire espeso
y los pulmones flaquean,
pero eres reflejo de tu voluntad,
y la tregua un credo que no profesas.
Levántate…
Lucha…
El destino es escrito
por los que nunca se rinden.
PARTIDA
Orquestaste con saña tu partida. Te fuiste, no sin antes borrar mi salvavidas; la palabra olvido en mi diccionario personal, y el número de tu móvil en mi agenda.
FELICIDAD
Y, en el instante en el que vi su cuerpo rodar por las escaleras, comprendí que, hasta entonces, nunca había sido feliz.