Es la tierra
que me sostiene
que alimenta mi ser
me acoge en su centro
y me hace espectador
Es la tierra
donde no soy hombre
donde no soy cuerpo
donde no soy nadie
pero lo soy todo
Porque el alma
que me acompaña
es del viento
es del tiempo
es vida que fluye
que surge en cada poro
de este mundo
Una llama se extingue
y da fuerza a otra
que se extiende
el ciclo infinito
de vida y muerte
Vida excitante
en cada forma
en cada soplo
en cada inicio
Muerte majestuosa
que purifica
que trasciende
que reinicia
Es la tierra
donde soy efímero
pero soy eterno
donde soy noche
y soy día
donde soy vida
para dar vida
para cuando muera
el ciclo siga.
excelente
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Me ha gustado mucho el poema. Somos absolutamente finitos en esta tierra, de paso nada más. Acogidos y animados por un espíritu inmortal.
Saludos!
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Muchas gracias, Saricarmen. Como siempre, encantado con tu comentario. Un abrazo.
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Me gusto el poema bien hecho
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Muchas gracias, Francisco.
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Nos dices en tu perfil que eres del signo de Tauro, y este poema lo confirma: cuánto amor a la Tierra, a la que perteneces. Muy bello y sentido poema, con garra y fuerza. Felicidades.
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Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.
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