Llegó…
con el deseo de ser mía.
Até sus impulsos para degustar
cada centímetro de piel,
cada gota de deseo,
cada partícula de su escencia.
Para así penetrar sus fantasías,
y diluir hasta mi último suspiro
por cada rincón de su alma.
ficción
amo la forma…
amo la forma
en la que tus labios
revelan tus deseos
aun antes
de abrir la boca
la nada
le pertenezco
a la nada
solo en ella
escucho mi voz
solo allí
son libres mis palabras
génesis
1 en el principio existía yo
2 y mi corazón estaba desordenado y vacío
y las tinieblas estaban sobre la faz de mi abismo
y tu espíritu se movía orbitando mi soledad
3 y dijiste hola ¿puedo sentarme?
y hubo luz
indigesto
cuánto orgullo
cabe en mi estómago
me mantienes indigesto
en tu inconsciencia
y ya no hay frases
que te salven de la caída
meditaciones
la piel me aprisiona
los huesos me pesan
el corazón retumba
en los rincones de mi nombre
cierro los ojos
para penetrar la jaula
para escuchar los susurros del alma
y es ahí
en ausencia de dios
en el claustro de mi conciencia
cuando comprendo
el lenguaje de la vida
cierro los ojos
la piel
los huesos
y el corazón desplazados
y es ahí
sin pasos en falso
entre el negro y el blanco
cuando encuentro paz
ausencias
llegaste
con el amor en los labios
y los sueños en la piel
prometiste eternidad
y nos arrojamos al vacío
sin conocer la caída
pero es ahora
cuando el vértigo me invade
llega el momento
de comprender los errores
y la eternidad
se viste de amenaza
es ahora
cuando veo la verdad
llega el momento
de descubrir que
hay presencias más dolorosas
que sus propias ausencias
la espera
cuántas bocas debo besar
para probar tus labios
cuántos versos hacen falta
para que recibas mis palabras
cuántos sueños deben morir
para dormir en tus brazos
cuánta vida debo gastar
para que seamos felices
aguardo
mientras tanto
escribo poesía
pechos de invierno
la fiebre del querer toca mi centro
hoy desvarío y busco tu cuerpo
necesito el dulzor de tu boca
el calor de tu sexo
necesito la mirada desnuda
de tus pechos de invierno
perennes y firmes montañas
para escaparme del tiempo
desarma tu orgullo
y satisfaz mi deseo
de consumar en tu alma
mis ganas y anhelos
de ladear mi dolor
y desembocar en tus sueños
la obscenidad de mi carne
en el fulgor de tu cielo
entrégate porque yo lo quiero
despréndete de tus misterios
corrompe tus valores y fundamentos
y permite que profane tus pensamientos
LOS QUE NUNCA SE RINDEN
Levántate,
aún queda espacio
para otro golpe.
Levántate,
aún corre sangre por tus venas,
y esta batalla se lucha
hasta la última gota.
Lo sé;
el peso es grande
y la soledad te invade;
tus cavernas profundas
y la oscuridad socava;
el aire espeso
y los pulmones flaquean,
pero eres reflejo de tu voluntad,
y la tregua un credo que no profesas.
Levántate…
Lucha…
El destino es escrito
por los que nunca se rinden.