Y si dejamos de perder el tiempo
en este coqueteo mudo.
Si nuestras manos recorrieran más
de lo que las apariencias permiten,
y nuestros labios jugaran
al juego de la vida
en lugar
del juego de las miradas.
Y si te pido una locura
y lo arriesgamos todo
en esta danza de locos
y que el mundo se detenga
entre tu cuerpo y el mío.
Y si decides hacerme caso
cuando te digo:
Bésame ahora,
después
resolvemos el resto.